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lunes, 2 de marzo de 2015

Estudiantes competentes y no competentes: Dificulta la cooperación - Estudiar para aprobar

 
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          Principios básicos a tener en cuenta en la evaluación basada en competencias
 
Principio 1. La evaluación se lleva a cabo para tomar decisiones que mejoren y aumenten el grado de idoneidad. Éste es el principio esencial en la formación basada en competencias.

La evaluación siempre se lleva a cabo, independientemente del fin (diagnóstica, formativa, para promoción o certificación) o del contexto en el cual se efectúe, a fin de generar información que permita tomar decisiones con respecto a cómo se desempeña la persona ante una actividad o problema, y cómo puede mejorar. 

Para ello se busca responder a las preguntas siguientes: 
¿Cómo se está realizando la actividad o resolviendo el problema, de acuerdo con los resultados de aprendizaje de referencia?
¿Cómo se integra lo cognoscitivo con lo actitudinal y lo actuacional?
¿Qué logros se tienen en el desempeño? 
¿Qué aspectos son mejorables? 
¿Cómo mejorar para aumentar el grado de idoneidad en lo que se hace?
 
La valoración no debiera tener como fin diferenciar a los estudiantes competentes de los no competentes (evaluación normativa tradicional), pues esto contribuye a generar una cultura educativa enfocada en la competencia entre los alumnos y dificulta la cooperación.

De esta forma, la evaluación de las competencias no se puede mover en dos únicos extremos como son el de “competente” o “aún no competente”, pues el estado de no competencia tiene varios grados, lo mismo que el de competencia, y tal reconocimiento es fundamental para soportar los procesos de formación, en tanto que se requiere conocer con claridad el estado en que se encuentra un estudiante determinado para apoyar su formación.

La valoración debe reconocer que los estudiantes tienen diferentes potencialidades (véase, por ejemplo, la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, 1987, 1988) y que su desarrollo depende tanto del proyecto ético de vida como de los recursos, oportunidades y características de los entornos en que viven. 

La educación tiene como reto que cada alumno se autorrealice plenamente buscando el empleo óptimo de los recursos del entorno, promoviéndose su deseo de saber y el goce de aprender, y no simplemente estudiar para aprobar o para obtener las mejores calificaciones.

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